martes, 13 de febrero de 2018

Industria, desarrollo y estabilidad monetaria


La claves del desarrollo económico son básicamente 4

1. Una estabilidad monetaria permanente, y nunca dependiente de divisas prestadas. Llamo a las soluciones que proponen bajar la inflación con dólares prestados al 7% anual, inflación mal curada.
Esta inflación mal curada retorna en el futuro cuando el país entra en alguna cesación de pagos, default o crisis externa. Bad way.

2. Un desarrollo del tejido industrial, en particular de aquellas empresas con reducidos requerimientos de capital y de energía. Así se desarrollaron países como japón y Corea, dinamizando las industrias textiles, de confección, de algodón, azucar y harinas entre otros bienes de consumo.


3. El capital humano sustentado en una mejor salud y educación. Un mayor desarrollo de la tasa de escolaridad, y la calidad del sistema educativo, hoy muy postergado. 

4. Una reforma en el comercio interno, que integre a los excluídos, habilite espacios públicos para el comercio, y otorgue microcréditos a bajo costo. La misma ayudaría a bajar los alquileres de comercios que hoy tributan. Al bajar costos fijos se posibilitaría bajar el nivel de precios en dólares de toda la economía. Claro que para ello la reforma debe ser estructural. En lugar de inflar el precio de las propiedades (y de los alquileres) con créditos a la demanda, sería bueno poner el foco en la oferta y en la desregulación del comercio junto con la habilitación de espacios públicos para dar trabajo, o por lo menos, no poner palos en la rueda a quien consigue su propia herramienta de trabajo y medio de subsistencia.

En cuanto al punto 1:

El gobierno debería implementar la circulación monetaria de metales preciosos, cobrar una parte de los impuestos a las mineras en metales, e impulsar la producción minera desde empresas públicas y con crédito proveniente de bancos públicos.
En lugar de destinar la moneda fiduciaria a inflar el precio de propiedades, debe destinarla a incrementar la producción de la madre de todas las industrias, la minería, la cual posibilitará bajar costos en cadena y bajar la inflación de manera estructural, y no ficticia como usualmente genera una mayor dependencia económica de recursos extranjeros.


De aquí a 5-6 años tendríamos un sistema mas estable con menor inflación y menor dependencia de deuda externa. y de aquí a 10 años habríamos dicho adiós para siempre a nuestra inflación estructural y dependiente.
Se impediría la toma de deuda externa pues los recursos mineros son propios y se daría fuerte impulso a una actividad que en nuestro país es inferior al 1% del PBI. En Chile es mas del 11% del mismo.
Solo con un 9% sobre PBI de circulación en metales tendríamos la totalidad, pero la misma no es necesaria a corto plazo.
Bastaría con reemplazar los billetes de alta denominación ($200, $500, $1000) para compras mas grandes, y sostener el "cambio chico" dinero papel (fiduciario) para compras pequeñas (kioscos, taxis, etc).
Deberían emitirse los denominados argentinos de oro y tambien de plata, y de oro/plata para sustituirlos.
De esta manera nos evitamos parte del canje y la dolarización de la deuda externa.
A medida que crece la minería (estimo unos 100 mil millones de pesos (pesos oro anuales) progresivamente la estabilidad sería un hecho.

¿Pero cuantos recursos harían falta?


Magia no hay. El sector minero exporta hoy poco mas de usd 2 mil millones, y la producción minera es pobre. Pero bastaría un reordenamientod el gasto público de 2% del PBI, junto con una meta de circulación monetaria en metales preciosos (monedas de oro y plata) de otro 2% del PBI para dar un impulso inicial a una estabilidad que no se daría en shock sino gradual y de manera permanente.

Además, en línea con el punto 2:
Se debería estructurar el sistema tributario, eliminar impuestos para una veintena de industrias (minería incluida) y poner metas fiscales mas sólidas a fin de dar un salto en calidad y competitividad industrial de aquí a 25 años. Algo así como un pacto social que incluya a todos los partidos políticos y diga: 

"Este será nuestro patrón de especialización productiva y lo sostendremos sin importar quien gane las elecciones presidenciales".

Esto es crucial. Si solo torciéramos un poco del déficit industrial de uds35 mil millones, sería suficiente para avanzar en nuestra reforma monetaria y dar un salto institucional de calidad permanente.

Para ello, ni siquiera hace falta el proteccionismo arancelario, sino que solo alcanza con mirar un poquito mas el sector automotor. Torcer la orientación del crédito desde la demanda de vehículos importados hacia la oferta de producción industrial es un pilar importante que siguieron Corea y Japón en su momento.
La banca se reorientaría hacia la oferta e industria. Menos hacia demanda de vivienda y artículos de consumo importados y mas hacia oferta industrial local de artículos de consumo industriales cuya oferta hoy es poco competitiva.
Toda la banca pública estaría orientada en ese sentido.
Se reformaría la carta orgánica para que el BCRA solo pudiera financiar al tesoro contra reservas y no contra títulos no transables (bonos basura).
El 100% de eliminación de impuestos industriales a excepción de un impuesto a la renta fortalecido, no insumiría mas de 3% del PBI, el cual se compensaría con una reforma integral. Esta reforma fortalecería el IVA, el impuesto a la renta y a la tierra. Con ello, el impulso de la producción transable sería un hecho.

Observaciones finales

La estabilidad monetaria permanente no se logra con deuda externa como proponen algunos profesionales (emitir menos a cambio de dolarizar nuestra deuda), sino a partir de nuestra independencia económica que es lenta y de largo plazo pues requiere un salto de productividad y de un salto en el plano institucional.

Para ello es fundamental pensar el largo plazo en términos de estabilización permanente, competitividad, patrón de especialización y capital humano.