miércoles, 3 de enero de 2018

Hacia una tasa de interés mas racional



Por estos días estallan los debates sobre la política de tasas de interés del Banco Central de la República Argentina (BCRA).

¿Qué debe hacer el BCRA?

Uno de los argumentos por los cuales el BCRA debería mantener las tasas de interés elevadas, es que los incrementos tarifarios requieren una política monetaria contractiva para contrarrestar incrementos en el resto de los bienes y servicios.

Y aquí entramos en zona empantanada, porque el argumento presupone que la política monetaria puede fijar los precios relativos del sistema de precios.

Si bien es cierto que grandes expansiones monetarias, que benefician a ciertos sectores de la economía (como los subsidios al crédito hipotecario) generan cambios en precios relativos (subas en los precios de la vivienda en relación a otros precios), no es cierto que se pueda regular los precios relativos elevando la tasa de títulos del BCRA. En última instancia, los precios relativos son gobernados por la teoría del valor, la cual no depende del dinero fiduciario sino que determina al mismo en el largo plazo.

Por lo tanto, la política del BCRA no puede estar enfocada a cambiar precios relativos.

Pero la tasa de inflación cambia los precios relativos

A medida que la tasa de inflación se incrementa, se producen distorsiones de precios, algunos se incrementan mas que otros y si antes la papa costaba mas que un jeans en calle Florida, tal vez ahora la relación haya cambiado. Pero eso no significa que se pueda desde el sillón del BCRA decidir el precio relativo de la papa y el jean. Sería insólito pensar que los directores del banco se juntan a decidir cuanto debe costar un corte de pelo en relación a un kilo de naranjas y que, en función de eso, deciden el nivel de tasas de interés.

El otro argumento: las expectativas racionales

Uno de los argumentos en favor de mantener elevadas tasas de interés es la de generar que las expectativas de inflación bajen y que de esa manera la inflación baje. De esta manera, una suba en la tasa de interés sería percibida por la sociedad como un compromiso por parte del BCRA en su afán de bajar la inflación y eso ayudaría a que se produzca.

Sin embargo, ello es una interpretación sesgada de la teoría económica. Sucede que en un contexto de insustentabilidad de largo plazo, en el cual el crédito crece al 45% anual, los depósitos ajustables por inflación crecen durante el último mes al 37,9% anual y los préstamos en dólares se incrementan a una tasa del 23% anual, la realidad muestra que los agentes económicos se deciden por su cobertura o seguridad económica.

Y ello si que es racional.

Es mas racional bajar la tasa que subirla

En la medida en que los agentes económicos forman sus expectativas según sea la tasa de crecimiento monetario, la misma debe converger a una tasa estable y por lo tanto no explosiva de los pasivos monetarios.

Cualquier financista sabe que un capital se duplica en 10 años a una tasa del 7,2% anual.

Y cualquier financista sabe que el mismo capital mas que se duplica en tan solo 3 años a una tasa del 27% anual.

Como vemos, Si un proceso de desinflación tiene costos, lo que implica que el plazo puede no ser tan corto, es natural pensar que la política de financiamiento debe estar coordinada para sostener la política económica en un sendero estable para todo el período de política antiinflacionaria.

Ello implica, que una tasa de interés no puede fijarse durante mucho tiempo en un nivel que genere una explosión de deuda a largo plazo, si la misma va a sostenerse por mucho tiempo.

A medida que la tasa de interés se vaya situando levemente por encima al nivel que busca la meta de inflación (digamos en torno al 19%), el Estado ahorraría unos $100 mil millones anuales.

Tasas reales positivas para estimular el ahorro

Finalmente, nos adentramos en el enigma máximo de la defensa de muchos opinólogos. Si la inflación es superior a la tasa de interés, la misma debe ser incrementada para defender el ahorro.

¿Quien debe defender el ahorro? ¿el Estado con los propios recursos de los ciudadanos? ¿Cómo es posible que el Estado defienda mis ahorros al mismo tiempo que quiebra y que su moneda se envilece año tras año al tiempo que se degrada su patrimonio y el de toda la sociedad?

En este punto, obviamente no hay respuesta. Si el ahorro necesita de tasas mayores a la inflación, las mismas deben ser fijadas por el sistema bancario y por el mercado de capitales, o mercado de activos que en Argentina está poco desarrollado.

No hay ninguna razón moral ni técnicamente sostenible por el cual un Estado supuestamente quebrado financie el ahorro de la sociedad que lo sostiene.